martes, 3 de julio de 2012

Ejército profesional



Hoy voy a escribir sobre un tema que no está muy de actualidad, pero no por eso voy a dejar de hablar de ello. Creo que a veces es necesario hacer caso a lo que uno piensa y plasmarlo cuando se le ocurre o podría perderse la información para siempre.

Hace unos cuantos días leí en algún diario digital que los militares del ejército español tendrán que pagarse la mitad de la comida de su bolsillo debido a esa crisis que padecemos, para unos mundial y para otros claramente nacional.
Esta noticia me llevó a recordar una tarde a eso de las 16:00 en la cocina del cuartel donde serví de lo cual estoy muy orgulloso.
Es sabido que los mandos con rango de brigada son los encargados de administrar el dinero destinado a todo lo que tenga que ver con los alimentos y bebidas de la cocina del cuartel, digamos que son por un mes los jefes de la cocina y el comedor de tropa. Incluso el rumor de que se quedaban con dinero (comprando menos de lo necesario o productos de peor calidad que la requerida) y cambiaban de coche particular gracias a ese dinero en aquellos tiempos me parecía verdadero, en estos tiempos tengo mis dudas; y eso que ciertamente daba la casualidad de que cambiaban de coche tras su mes de paso por la responsabilidad de dirigir y administrar la cocina y comedor... en fin...
Pues la cosa es que esa tarde tras el paso de la tropa por el comedor y cuando estábamos recogiendo lo poco que quedaba en las mesas para limpiarlas y prepararlas para la cena, el brigada vinagre (así le llamábamos, es de los pocos de los que no recuerdo el apellido) me llamó y me ordenó que me sentase con él en una de las mesas. Era un hombre viejo ya, más cerca de los 57 que de los 54, pero aparentaba 64. Él estaba ya sentado a una de las mesas que ya habíamos limpiado. Estaba bebiendo vino (como siempre) y pensando, lo de pensar parecía no parar de hacerlo nunca, ni siquiera cuando hablaba con alguien, aunque no era muy hablador, no.
Yo le dije que no podía sentarme porque no había terminado de limpiar las mesas y de llevar algunas cosas al lavavajillas. Recuerdo ese lavavajillas de más de 10 metros de largo que no dejaba nunca los cubiertos ni vajillas como debiera probablemente por falta de detergente.
El caso es que el brigada insistió y me dijo que era una orden, así que inmediatamente tiré la bayeta que tenía en la mano y me senté a su mesa mientras él me servía un vaso de vino y se servía otro para él.

Lo primero que me dijo fue lo siguiente: -"Campos... el ejército sin los militares de reemplazo está acabado. Cuando lo hagan profesional se lo habrán cargado para siempre"
Yo le dije que no sabía el impacto real tras la conversión a ejército profesional y la trascendencia de las diferencias que ocasionaría, y él me argumentó que nosotros, los de reemplazo éramos los que hacíamos que todo funcionase en los cuarteles, y que cuando eso se traspasara a profesionales y cobrasen por ello dejaría de ser un servicio eficiente en su totalidad.
Así que me puse a pensarlo y me di cuenta de que tenía razón, pero no se quedó ahí, siguió diciendo lo siguiente: -"Nosotros los mandos no valemos para nada. Somos necesarios porque alguien tiene que obligaros a servir aquí, pero realmente solo somos una panda de borrachos que además de no hacer nada cobramos del Estado. Hasta ahora es sostenible, con el ejército profesional será insostenible, porque todo el ejército cobrará del Estado, mandos y no mandos"
En ese momento me daba cuenta aún más de que tenía razón, pero ¿Que más me daba a mi? Yo saldría de allí licenciado, con 19 años y poco querría saber ya del ejército, así que le di la razón discretamente, me bebí el vino y pedí permiso para seguir trabajando, a lo que el contestó que siguiese con lo mío, pero que era un tipo fantástico y que había sabido escucharle.

Volviendo a la noticia de que los militares han de pagar de su bolsillo la mitad de su menú por la crisis pienso en aquel hombre y en aquellas palabras y veo que acertó de pleno.
Hoy me pregunto lo siguiente: ¿Nadie con responsabilidad se dio cuenta de que eliminar el ejército de reemplazo podría traer consecuencias económicas? No creo yo que este brigada en 1996 contase con que en 2008 España entrase en una crisis como la actual. Sin embargo vaticinó problemas económicos en el ejército. Sigo preguntándome ¿Realmente los recortes en el ejército son inevitables debido la crisis? Esto me lo pregunto porque esta noticia de recortes en el ejército me llegó hace dos o tres meses meses, bastantes días antes de la noticia de que este verano no se llenarán las piscinas en las cárceles y los presos no podrán disfrutar de sus acostumbrados baños debido a la crisis. Esto último me hace pensar que hay un desequilibrio al recortar antes a alguien al servicio del Estado que a un delincuente que probablemente no debería ni tener piscina en el penal.
Algo que también me pregunto muchas veces es esto otro: ¿Están mejor los llamados ni-ni (ni estudian ni trabajan) apedreando perros en la calle que sirviendo en el ejército de su país y haciéndose un favor a si mismos y a sus padres? ¿La poca vergüenza que tienen muchos de estos ni-ni tiene que ver solo con el adoctrinamiento que les aplican en el colegio o también puede ser falta de disciplina? En el ejército se aprenden muchas cosas, no todas, pero disciplina y respeto les aseguro que si se aprenden.

Saquen sus conclusiones, yo ya tengo las mías y me quedo con el recuerdo de ese sabio brigada al que no presté la atención debida y con el que hoy seguramente sería un placer cruzar muchas más palabras.


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