Valeriano Gómez como sindicalista era uno más, un mediocre que se embolsaba un sueldo a costa del sudor de sus "compañeros", que es como llaman los sindicalistas a los trabajadores ignorantes que les pagan la cuota soñando que eso sirve para algo en beneficio propio. Luego le hicieron Ministro de trabajo en la nefasta época de mandato de Zapatero, y ahí descubrimos de verdad su mediocridad, ya que dejó de llenarse los bolsillos a la sombra a hacerlo públicamente.
No hace falta que les recuerde que el paro subió en más de tres millones de personas durante el mandato de Zapatero.
Gómez fue Ministro porque su predecesor dimitió, no porque jamás haya demostrado ser un buen gestor de nada, esto no ha de olvidarse así como así.
Bien, pues leyendo esa crítica a Gobierno actual por su optimismo me viene a la cabeza aquella época en la que a algunos realistas nos llamaban antipatriotas mientras Zapatero hundía la nación (ese concepto discutido y discutible según él). Apuesto a que ese intento de Presidente no cumplió con la patria y no hizo el servicio militar. No me extraña nada que no se levantase ante el paso de la bandera de EEUU.
Pero entonces los optimistas eran ellos y el resto éramos pesimistas y antipatriotas.
En fin, quien no tenga memoria no lo pasará tan mal recordando lo ocurrido durante mandatos pasados, eso si, tampoco debería abrir la boca para argumentar nada de nada, y éste texto es sólo un ejemplo de ello.
A cuidarse.
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